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LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

CIUDAD

El surf, tal como lo conocemos hoy, se expandió en las Islas Canarias a finales de la década de 1960. Debido a la singular geografía de las islas, siempre ha existido una fuerte conexión con el mar, no solo para la subsistencia, sino también como actividad recreativa. En algunas zonas de las islas, la gente ya jugaba con las olas utilizando viejos trozos de madera (llamados panas) procedentes de cascos de antiguos barcos pesqueros o embarcaciones en desuso.

Existen casos documentados de surf, incluso en sus inicios, como el practicado por la famosa escritora británica Agatha Christie, quien pasó largas temporadas en Las Palmas de Gran Canaria a partir de 1927, hecho del que se hace eco su biografía.

El primer registro de surf continuo en la ciudad se remonta a 1963, cuando el legendario surfista australiano Peter Troy pasó por la playa de Las Canteras durante su gira por las islas. Sus incursiones en La Cícer impactaron a toda una generación de surfistas locales.

Entre los lugareños, Ulises Betancor es el primer bodyboarder de El Confital. Empezó en los años 70 con sus primeras tablas de pecho (panas), precursoras del bodyboard. Su taller se convirtió en un punto de encuentro para pioneros.

Actualmente, Las Palmas de Gran Canaria está abierta al mar por ambos lados, lo que la convierte en una plataforma ideal para la práctica del surf. Surfistas locales y visitantes de todo el mundo destacan la fuerza y la calidad de las olas que se pueden coger tanto en la bahía de El Confital como en La Cícer, con alturas de hasta cuatro y cinco metros.

Hoy en día, prácticamente más de 20.000 surfistas y bodyboardistas , entre residentes y visitantes, disfrutan de las olas de la Playa de Las Canteras y del famoso tubo izquierdo de El Confital. Cabe destacar que ambas playas se encuentran en la Bahía de El Confital, una zona especial de conservación marina desde 2013, integrada en la red natural europea.

Las principales zonas de surf del municipio se concentran alrededor de Las Canteras y El Confital, aunque las olas de Lloret, muy cerca del Auditorio, también son bastante populares.

La zona de principiantes se encuentra en La Cícer, la única zona de Las Canteras que no está protegida por La Barra. El mar abierto llega a esta costa, y los surfistas disfrutan cogiendo algunas de las olas más espectaculares. Aunque algunos surfistas prefieren las olas tras La Barra, los más experimentados prefieren las de la bahía de El Confital y, sobre todo, las de Punta de Las Monjas, cuyas olas son de renombre internacional.

Alrededor del mundo del surf se ha desarrollado toda una infraestructura de comercios y escuelas, con epicentro en el barrio de Guanarteme, el más cercano a La Cícer en la playa de Las Canteras, donde se puede sentir el ambiente surfero en cada rincón.

En la playa de Las Canteras se pueden practicar todas las actividades relacionadas con el deslizamiento sobre el agua, como surf , bodyboard y paddle surf . El paddle surf se puede practicar tanto dentro como fuera de la playa de La Barra, dependiendo de las condiciones del mar.

En el sur de la ciudad, también es posible surfear. Basta con preguntarles a quienes se atreven a desafiar las olas en las playas de San Cristóbal o La Laja, donde el océano Atlántico desata sus olas con toda su furia. En estas zonas, son los surfistas locales quienes suelen deslizarse, ejecutando movimientos mágicos que encantan a quienes los observan desde la orilla.

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